Empresarios de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán reportaron haber tenido mayor impacto de eventos climáticos extremos durante los últimos cinco años, con 63.5% de efectos negativos y 44.8% de positivos, de acuerdo con el más reciente reporte sobre las Economías Regionales del Banco de México (Banxico).
La región sur reporta mayores impactos debido al calor extremo, pero también a las lluvias excesivas. Las firmas de esta región informaron consecuencias negativas por el cambio climático, al menos en tres ocasiones en dicho periodo.
Los empresarios del país consultados por Banxico al cierre del 2023 mencionaron cuatro eventos climáticos que los afectaron: sequía, calor extremo, lluvias excesivas y frío extremo.
Después del sur, en cuanto al porcentaje de empresarios que se declaran afectados por el cambio climático, la región norte sigue esta tendencia con al menos un impacto negativo en 51% de las empresas, seguida por la región centro con 48% y por último la región centro norte con 41 por ciento.
El 23% de los empresarios del sur mencionó estar impactados por el calor extremo en sus operaciones, seguidos por el norte con 15%, el centro con 14% y el centro norte con 10 por ciento.
En cuanto a la sequía, los estados con más afectaciones son Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas, pertenecientes a la región centro norte.
La región norte, que comprende Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, reporta mayores afectaciones por frío extremo con 21%, el centro con 16%, el centro norte con 13% y el sur con 6 por ciento.
El 44% de los empresarios localizados en la región centro (Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala) reportó que las lluvias excesivas impactaron las operaciones de sus negocios.
Reto operativo
En cuanto a los sectores económicos que más sufren los estragos del cambio climático, el primario es el más afectado, ya que 97% de las empresas ha tenido al menos una consecuencia negativa debido a algún evento climático extremo.
Al profundizar sobre cómo se han manifestado estos eventos, las empresas del sector primario mencionaron recurrentemente que la escasez de agua representa en sí misma un reto operativo, al ser un recurso esencial; las firmas se ven obligadas a incurrir en costos para asegurar su abastecimiento.
El fenómeno de escasez de agua y la alta demanda ha provocado un repunte en la extracción ilegal en ciertas zonas del país.
Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del Agua, declaró a El Economista que esto incluye tanto tomas clandestinas en la red de distribución como perforaciones de pozos no regulados, convirtiéndose en un gran negocio en las entidades mayormente afectadas con sequía.
El consejo ha tenido reportes de esta problemática en Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo y el Valle de México, y como consecuencia, los productores y empresarios se ven obligados a pagar precios más altos por agua de mala calidad, explicó Márquez.
Impacto en los sectores
Las empresas han reportado diversos problemas derivados de eventos climáticos extremos como la escasez de gas y el aumento en su costo debido a fenómenos climáticos en Estados Unidos, así como mayores gastos en electricidad y aire acondicionado por el calor extremo. Las inundaciones, pérdidas materiales, fallas eléctricas y alteraciones en la logística de transporte debido a daños en carreteras o paros en puertos también han sido comunes. Estos factores afectan las cadenas de suministro, así como la disponibilidad, el precio y la calidad de los insumos.
En sectores como la construcción y el agropecuario, las empresas han enfrentado la imposibilidad de trabajar bajo climas muy extremos, lo que ha llevado a detener operaciones o reducir las jornadas laborales.
El clima también ha provocado cambios en la demanda: en el sector turístico, que ha afectado la afluencia de clientes, mientras que en el comercio ha incrementado la demanda de alimentos y bebidas frías, así como de artículos para impermeabilizar.
Medidas
Derivado de esto las compañías han hecho un esfuerzo para ahorrar y utilizar de manera eficiente el agua y la energía, con la adopción de paneles solares, generadores de energías alternativas, reutilización y aprovechamiento de aguas residuales, así como la implementación de sistemas de riego y captación de agua.
En el sector agrícola se ha mencionado el uso de variedades e insumos más resistentes a climas extremos, ajustes en los ciclos productivos e implementación de sistemas de riego y agricultura protegida.
Varias empresas están fortaleciendo sus mecanismos de aseguramiento mediante la contratación de seguros y coberturas para los precios de sus insumos. Otras medidas, mencionadas con menor frecuencia, incluyen inversiones en activos e infraestructuras destinadas a asegurar una gestión eficiente del agua y la energía, prevenir inundaciones y adaptar las instalaciones con sistemas de enfriamiento.
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